Increíblemente el gobierno nacional sigue gambeteando la responsabilidad por la situación de hambre que padecen millones de argentinos. Distintos funcionarios y el mismo Presidente ahora reconocen que «hay dificultades» pero no toman medidas efectivas para resolverlos.
Incluso bloquean iniciativas de las organizaciones sociales y centrales sindicales que reclaman que se declare la emergencia alimentaria. Ésta medida es absolutamente necesaria para destinar recursos y determinar como y a donde llega la asistencia urgentemente. Mas de 14 millones de personas no se alimentan como corresponde y los mas afectados son los niños y ancianos.
Habrá que esperar que Argentina se parezca a Biafra?.
Cínicamente el candidato a Vice Presidente por Cambiemos y hasta hace unos meses Presidente del bloque del PJ en el Senado, minimizó el tema del hambre. Expresó que «reconozco el problema, pero Argentina no es Biafra», Impúdicamente toma a la ligera, como todo el gobierno que hoy integra, una crisis de carácter humanitario. Todas las gestiones de las organizaciones sociales han fracasado. La ministra Carolina Stanley ni tan siquiera recibe a los que reclaman. Sí se reunió con representantes de la CGT en un intento vano de desconocer la representación de los dirigentes sociales.
Desde el mediodía comenzaron a llegar columnas de trabajadoras y trabajadores desocupados y están dispuestos a realizar un acampe por 48 horas sin retirarse de la avenida 9 de Julio. Reclaman alimentos y aumentos a sus ingresos que apenas supera los 7 mil pesos. Otras columnas se concentran en plaza de Mayo. El gobierno impartió ordenes de suspender el subterráneo Linea C que va de Retiro a Constitución para obstaculizar la concentración. Es una minúscula muestra de la insensibilidad del gobierno frente a los padecimientos de un tercio de los argentinos
