Con más del 95% del escrutinio, el presidente logra un 49% de los votos frente al 45% del opositor Kiliçdaroglu, que acusa a su rival de “bloquear la voluntad popular”
Las elecciones del domingo no han dibujado un panorama claro para Turquía. Ninguno de los candidatos logró más del 50% del voto requerido para finiquitar los comicios en primera ronda. Con más del 95% escrutado, y mientras continuaba un tenso recuento con acusaciones mutuas de juego sucio, todo apunta a que el país se verá abocado dentro de dos semanas a una segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Y, si esta se confirma, se anticipan dos semanas tumultuosas. En juego está si continúa en el poder el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, hombre fuerte del país desde hace 20 años, o el candidato que ha logrado aglutinar a los principales partidos de oposición, el centroizquierdista Kemal Kiliçdaroglu.
Según los datos preliminares de la agencia oficialista Anadolu y de la independiente Anka de última hora del domingo, el presidente Erdogan partiría con cierta ventaja al haber obtenido el 49% de los votos, frente al 45% de Kiliçdaroglu. El tercer candidato, el ultranacionalista Sinan Ogan, obtuvo el 5% de los votos y su decisión de apoyar a un candidato u otro podría decantar el voto.