La plataforma de Acción Climática en Agricultura de Latinoamérica y el Caribe destacó el trabajo de recuperación de nutrientes y elaboración de biofertilizantes a partir de recursos locales realizado por INTA en el norte de la Patagonia.
La iniciativa, que se comenzó a implementar en las ciudades de Río Colorado y Allen, en Río Negro y Plottier, Picún Leufú y Zapala, en Neuquén, recupera residuos locales de los predios de los productores, elabora formulas a partir del compostaje de esos recursos, las analiza y realiza con productores las primeras pruebas para la utilización de los biofertilizantes.
Myriam Barrionuevo, investigadora del Instituto de investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar, región Patagonia, del INTA, señaló que la iniciativa pone en valor recursos existentes en los lugares de producción como estiércoles y residuos verdes que se encuentran en las chacras, restos de los procesamientos de las frutas, residuos del monte como hongos en troncos de árboles del monte, residuos de hormigueros, entre otros.
El proyecto de elaboración de biofertilizntes, que tuvo el acompañamiento económico del Plan Argentina contra el Hambre, ha permitido el desarrollo de emprendimientos que han generado trabajo aseguró la investigadora de INTA.
Buscan producir pistacho de forma agroecológica
La propuesta la lleva adelante la empresa Pisté SRL, una de las principales productoras de pistacho en el país, con el asesoramiento de INTA.
Maximiliano Ighani, de la empresa Pisté, aseguró que se busca implementar una agricultura de triple impacto, «económicamente rentable, socialmente responsable y amigable con el medio ambiente.”
«Utilizamos la tierra de diatomea o la carbonilla de las grandes calderas de invernaderos que calientan sus invernaderos con el fuego de ramas y materiales vegetales que generan cenizas claves para corregir el suelo”, señaló el empresario que resaltó que «se trata de aplicar conceptos de la bioeconomía y la economía circular de los pueblos originarios de San Juan”
«A ese orgánico lo inoculamos con levaduras y azúcares para que genere una fermentación rápida con una técnica japonesa de descomposición acelerada llamada bokashi, que posibilitará que las plantas de pistacho puedan alimentarse del nitrógeno, fósforo y potasio disponibles en el suelo», sintetizó el referente de Pisté SRL.
La empresa, ubicada en San Juan, produce unos 150 mil plantines del fruto seco en 500 hectáreas.