Se celebra cada 22 de marzo con el objetivo de crear conciencia en las personas de la importancia de cuidar el llamado oro líquido, este líquido esencial para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra. Pero además todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad y aun así hay millones de personas que viven sin acceso a agua potable.
Concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla forma parte de los Objetivo de Desarrollo Sostenible, es el número 6: “Agua y Saneamiento” para todos antes de 2030 y se refiere a garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todas las personas.
Este año particularmente se centra en el binomio agua y el cambio climático, y cómo los dos están inextricablemente vinculados. Pero en la situación actual de alarma y pandemia es necesario recordar que el agua es fundamental para mantener la higiene de las manos, herramienta esencial de prevención y erradicación del covid-19.
El Día Mundial del Agua fue proclamado por la ONU en 1992, año en que se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Se remarcó así la idea de que el agua es fundamental para el desarrollo y la paz mundial.
