Ruanda conmemora 26 años del genocidio sin abrazos de consuelo por COVID-19

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Ruanda conmemoró hoy los 26 años del comienzo del genocidio de 1994 contra los tutsis (uno de los tres pueblos nativos de las naciones del África Central, Ruanda y Burundi). Este hecho causó la muerte de más de 800.000 ruandeses. La ceremonia se desarrolló sin público debido al confinamiento obligatorio que rige en todo el país por el COVID-19, lo que ha hecho más difícil el duelo por las víctimas.

«No podemos estar juntos físicamente para consolarnos. No es fácil, ya que los ruandeses estamos acostumbrados a juntarnos en solidaridad y a la fuerza colectiva», afirmó el presidente ruandés, Paul Kagame, en un mensaje televisado grabado emitido hoy en todo el territorio nacional.

Sin embargo, «las actuales circunstancias no nos impedirán cumplir con nuestra obligación de conmemorar y consolar a los supervivientes», alegó Kagame, quien agradeció a los ruandeses su participación en «estas inusuales medidas que son necesarias para combatir la pandemia de coronavirus en Ruanda y en el mundo».

El Gobierno de Ruanda fue uno de los primeros de África, con apenas una veintena de casos de coronavirus, en ordenar el aislamiento general de la población, el pasado 21 de marzo. La intención es reducir la expansión del virus, con la restricción de movimiento total, excepto para negocios fundamentales, así como sucede en nuestro país.

Por eso, la conmemoración empezó de forma virtual con la retransmisión del mensaje del jefe de Estado ruandés, que más tarde junto a la primera dama, se hizo presente en el Monumento del Genocidio de Kigali, donde yacen más de 250.000 muertos e incendió la tradicional antorcha. Las victimas que se conmemoran representan un período de 100 días de terror en 1994, en los que el Gobierno, el Ejército, las milicias juveniles Interahamwe y hutus corrientes masacraron, torturaron, violaron sistemáticamente y mutilaron a centenares de miles de tutsis y hutus moderados que renegaron del odio.

Normalmente, los eventos de conmemoración del genocidio son multitudinarios en la capital, con celebraciones de recuerdo también en aldeas y pueblos del todo el país. «Hoy hacemos una pausa para reflexionar sobre esta tragedia que experimentamos y lo que perdimos de forma individual y como país en general. Continuaremos enseñando a la próxima generación de ruandeses lo que sucedió en nuestro país y las lecciones que aprendimos», subrayó Kagame en su alocución.

El 6 de abril de 1994, los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana (de etnia hutu) y Burundi, Cyprien Ntaryamira, murieron tras el derribo del avión en el que viajaban y esa tragedia supuso el detonante de esta matanza étnica, considerada una de las peores de la historia reciente de la humanidad.

El genocidio fue la culminación de décadas de odio entre la mayoría hutu y la minoría tutsi, infundido por los colonos belgas, que dividieron a la población etiquetándola en estas etnias y favoreciendo a los últimos para discriminar a los primeros.

Las secuelas de aquel horror aún son patentes en Ruanda, donde las autoridades comenzaron la semana pasada la exhumación de restos de unas 30.000 personas de una fosa común ubicada en un pantano en una localidad del este del país.

El genocidio es también una masacre grabada a fuego en la memoria de África, como recordó hoy el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat. En un comunicado, abogó por «continuar la lucha contra el genocidio, su ideología, negación e impunidad con miras a garantizar que África nunca más vuelva a experimentar un crimen tan atroz contra la humanidad».

La conmemoración del genocidio coincide con la tercera semana de encierro total para contener la propagación del coronavirus, una medida drástica para gran parte de la población, que depende de ingresos diarios.

Por ello, el Gobierno de Ruanda, donde se han contabilizado 105 casos positivos del COVID-19 (de los cuales 4 se han recuperado), ha comenzado un programa de reparto de comida para que los más necesitados se puedan quedar en casa y no se expongan al contagio del virus.

Además, el Ejecutivo anunció el pasado domingo una reducción salarial del gabinete ministerial y otros dirigentes políticos, para contribuir al fondo económico de respuesta a la pandemia, un gesto con el que se podrían recaudar casi 3 millones de euros.

Ruanda recuerda los 25 años del genocidio que dejó 800.000 muertos ...

Fuente: Agencia EFE

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