El viento de las energías renovables sopla cada vez más fuerte y ahora representa el futuro de la energía, para contribuir al desarrollo sostenible del planeta. El Día del Viento se celebra cada 15 de junio en todo el mundo para resaltar la importancia de la energía eólica.
El año pasado, 2019, fue realmente un año importante para el crecimiento de la energía eólica. Según las estadísticas publicadas en abril por la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA), la capacidad de generación eléctrica a partir de energía eólica instalada en todo el mundo ha alcanzado los 651 GW.
Estos resultados muestran un importante paso adelante en la transición energética: solo piense que los casi 60 GW instalados en los últimos 12 meses solo pueden cubrir más del 6% de la demanda mundial de electricidad. Hoy, para al menos dos tercios de la población mundial, el viento es la opción más económica para la nueva generación eléctrica. Aún así, todavía existe un largo camino por recorrer para crear un nuevo modelo de energía más sostenible, basado cada vez más en el uso de energía renovable.
Hace apenas unas semanas, en Europa, la firma de la Alianza Europea para la Recuperación Verde, un acuerdo promovido por las fuerzas políticas y empresariales europeas y la sociedad civil, reiteró la necesidad de aumentar las inversiones en el sector de las energías renovables para liderar la recuperación económica pospandémica. y para hacer frente a emergencias actuales.
El viento será una de las tecnologías clave para la recuperación económica: contribuirá a crear millones de empleos, a proporcionar energía renovable a costos más asequibles y a proporcionar una reducción significativa de las emisiones de CO2, a través de tecnologías e infraestructura cada vez más avanzadas y resistentes.
Gracias a una disminución en el costo de la tecnología (desde 2010, el precio de las turbinas eólicas ha caído un 40%) y una mayor demanda debido a la descarbonización, en los próximos 10 años, el 70% de la nueva capacidad instalada será eólica y fotovoltaica y, para 2050, el 50% de la electricidad será generada por el viento y el sol.