Por Christian Rosso *
El panorama resulta complejo y contradictorio, depende desde dónde se lo mire. Hace una semana atrás salíamos de la fase 1 y ahora el Ministro de Educación Pablo Maccione, junto al gobernador Zillioto, nos anuncia que habrá vuelta a clases presenciales. Esto lo definió sin consulta previa a directivxs, docentes y familias que son quienes tienen que poner el cuerpo y arriesgarse a la exposición a los contagios.
El famoso protocolo no está listo, ni mucho menos socializado, y la fecha de vuelta ya está definida. La primera medida que toma el ministerio para atender a los estudiantes que perdieron el vínculo pedagógico es exponerlos al contacto. ¿No hubo otras medidas o soluciones? Pero lo que más sorprende es que los dirigentes de sindicatos docentes (Utelpa, Amet y Sadop) acordaron con esta decisión.
Muchxs docentes, ninguneadxs por el ministerio de educación, se pasaron toda la pandemia sin trabajo ni ingresos, se ilusionan con los movimientos docentes y designaciones que les generen una posibilidad de sobrevivir.
Otrxs trabajadores de la educación cansadxs del aislamiento y del resultado bajísimo de la virtualidad en la construcción pedagógica, tienen mayores expectativas.
La mayoría tiene la incertidumbre de cómo será la nueva modalidad educativa, virtual y presencial, cómo organizarán su trabajo y horarios, sus vidas, sus hijes…Y, volvemos a repetir, seremos lxs trabajadorxs quienes pongamos el cuerpo a la nueva situación, por ello la necesidad de la consulta, la discusión y no sólo el mandato tecnocrático. Un tema no menor, el manejo de la higiene y la limpieza de las escuelas, despobladas de porterxs, y cubiertas con trabajadorxs precarizadxs o “empresas” de limpieza que tomarán la nueva responsabilidad.
Lo cierto es que durante toda la pandemia, Maccione ahorró recursos dado que redujo sustancialmente la planta docente (lxs suplentes se redujeron a su mínima expresión) y los dispositivos tecnológicos como la conectividad salieron de los bolsillos de las familias como de lxs trabajadores. La necesidad de crear cargos frente a la realidad del abandono de muchísimxs chicxs se hace evidente, como también para atender la doble modalidad.
Por esto como SiTEP proponemos no volver a las clases presenciales sin que se salden todas estas inquietudes e incoherencias. Necesitamos una apertura democrática de convocar a todas las organizaciones sindicales, directivos, docentes y familias, para que se discuta y decida como se garantizará la higiene y seguridad de cada integrante de la comunidad educativa, donde el estado se haga realmente responsable de esto y no les sume más tareas a quienes tienen que educar.
* Christian Rosso. Docente. Secretario General de Si. T. E. P. Sindicato de Trabajadorxs de la Educación Pampeana.