En conmemoración del fallecimiento de Santiago Ayala, “El Chúcaro”, que nació en el barrio San Vicente de la ciudad de Córdoba el 16 de octubre de 1918. Junto a la bailarina española Dolores Román formó su primera compañía, “El Chúcaro y Dolores”.
El mismo señalaba que su vocación como bailarín folklórico se despertó al ver una película de zapateadores en la que participaban Pedro Jiménez y José Rodríguez.
Esto lo llevó a visitar Buenos Aires y perfeccionar esta disciplina. Más tarde comenzaría una próspera carrera llevando la danza folklórica a distintas partes del mundo.
Con el fin de convertir las danzas costumbristas en un elemento de inspiración artística, estableció la Compañía de Arte Folklórico, incorporando hacia el año 1953 a su reconocida y legendaria compañera de trabajo de toda la vida, Norma Viola. Esta agrupación se transformó en el Ballet Folklórico Argentino, que luego se llamó Ballet Popular Argentino.
Finalmente, en 1986, a través de un Decreto de Ley aprobado por el Congreso de la Nación se creó el Ballet Folklórico Nacional, dirigido por él mismo y Norma Viola; debutaron en el Teatro Colón de Buenos Aires el 9 de julio de 1990.
Además de su labor coreográfica, Santiago Ayala fue actor de teatro a las órdenes de Elías Alipi y Enrique Muiño. También realizó numerosos trabajos para el cine y la televisión.
Creó un estilo de danza inspirado en fuentes populares, con una particular interpretación adornada con matices en busca de un lenguaje propio. De sus más de ciento sesenta obras coreográficas, al menos treinta siguen vigentes en el Ballet Argentino.
Su vida fue un reflejo de entrega y vocación hacia la danza, tanto es así, que bailó hasta los 70 años, aunque siguió dirigiendo el Ballet hasta su muerte, cinco años más tarde, el 13 de septiembre de 1994.