En el día de hoy, Julio Gambina nos acompaña en «el mundo vive equivocado» en la columna de economía política.
El año Legislativo comenzó con el discurso de Javier Milei, el día viernes 1º de marzo y no hubo sorpresas. La esencia del discurso fue continuidad del discurso electoral, inaugural como presidente, en foros internacionales como el Foro de DAVOS, el Foro Económico Mundial o en la cumbre conservadora de Estados Unidos.
El final del discurso planteo un decálogo a suscribir el 25 de mayo, es una ratificación de las reformas estructurales de carácter reaccionario, como la reforma laboral y la reforma previsional. El espíritu esencial de lo que está planteado en el decreto de necesidad y urgencia que está en debate parlamentario en este momento, era el espíritu de lo llamado Ley Bases “Ley Ómnibus”. Un tema que vuelve a estar planteado porque se supedita el “Pacto del 25 de mayo” a aprobar previamente esa legislación en el parlamento.
Esta semana se inaugura con el cierre de Télam, en primer lugar al no permitirle a los trabajadores ingresar y su liquidación oficial. De fondo, esta la continuidad de una política económica de ajuste, revindicada en el discurso presidencial como motosierra “disminución del gasto público” y licuación de un gasto público “con presupuesto congelado sobre la base de disminución de los ingresos con presupuesto de 2024 congelado a los presupuesto de 2023”, expresó.
El debate está puesto en avanzar con los cambios estructurales, principalmente en la reforma laboral y reformas previsional que son dos mecanismos para sacar derechos a las y los trabajadores. Es un gran consenso de los sectores empresariales de la Argentina y resistidos por las organizaciones sindicales.
“Se tiene muy poco en cuenta las necesidades sociales de la población, sobre todo el deterioro de los ingresos populares. Gran parte de la población sufre las políticas económicas”, opinó.
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