La compañía tiene una deuda total de unos $8.000 millones
Finalmente la Justicia decidió la quiebra de OCA, el correo privado más grande de la Argentina. Un fallo del juez Pablo Tejada, decidió la medida aunque aseguró que es una «quiebra con continuidad», lo que da esperanza a los más de 11.000 empleados, directos e indirectos, de la empresas.
Tejada analizó propuestas de continuidad de la compañía, del presidente de la empresa, Patricio Farcuh –al que se lo vinculó con Hugo Moyano–, de los empleados, que propusieron una cooperativa.
Según la Justicia, la empresa –en convocatoria de acreedores desde 2017– tiene una deuda de $4.494 millones, 80% con la AFIP, más un pasivo posconcursal que supera los $2.300 millones, con ese organismo, y otras deudas bancarias por $1.300 millones.
“El juez decretó la quiebra con continuidad. Vio inviables las propuestas de Farcuh y también la propuestas de los trabajadores. La compañía ahora entre en subasta y luego decidirá el comprador. Lo único que buscamos es que aseguren los puestos de trabajo y la continuidad de la empresa», manifestó Daniel Palladino, secretario general de AECPRA, el gremio que nuclea a los empleados Jerárquicos de Correos Privados.
«Se preservará en todo instancia el objetivo de asegurar el mantenimiento de las prestaciones y servicios que se vienen brindando sin mella alguna para nuestros clientes y/o proveedores, manteniendo las fuentes de trabajo y se sostiene por completo la excelencia en el cumplimiento de los servicios, la cual nos ha caracterizado desde hace más de 60 año», dijo, por su parte, la gerencia de RRHH de la empresa en un comunicado.
En los últimos días, en tanto, los trabajadores le enviaron una carta abierta el presidente Mauricio Macri en la que detallan que desde hace meses cobran sus salarios en circunstancias adversas. «Somos rehenes de maniobras inescrupulosas de empresarios, CEOS y Sindicalistas Corruptos que nos llevaron a esta situación«, dicen.
Farcuh, afuera
En febrero, Tejada había desestimado los intentos de Farcuh de lograr un plan de pagos especial por parte de la AFIP y así evitar la quiebra. Ante la falta de acuerdo entre la firma y los acreedores para reestructurar la deuda, el magistrado cerró el concurso y abrió el cram down, que habilita a la aparición de algún interesado que quiera hacerse cargo de la empresa y sus deudas. Además, desplazó a Farcuh de la conducción de la compañía.