$ 44.570 es lo que necesitó un hogar constituido por dos adultos y dos menores en marzo. A fines de 2018 el 60 % de los trabajadores recibió ingresos menores a $ 19.000. Fuerte deterioro del poder adquisitivo.
El salario (de bolsillo) como mínimo debería ser de casi $ 44.570 estimó la Junta Interna de Ate Indec para marzo de 2019. Es el gasto que tuvo un hogar constituido por una pareja adulta con dos hijos menores de 6 y 9 años. Se compone de una canasta alimentaria mínima por $ 14.350,40 y otra de bienes y consumos mínimos por $ 30.219,50.
Un monto muy alejado de lo que perciben la mayoría de los trabajadores. Según el Indec, a fines de 2018 el 60 % de los trabajadores recibió ingresos menores a $ 19.000.
Los trabajadores del Indec señalan que “la inflación es un problema que el gobierno nacional menospreció (tanto en campaña y como durante la gestión), aún no pudo controlar y que persistirá en el 2019”.
El informe alerta sobre el incremento de los servicios, transporte público, medicamentos, alimentos durante el primer trimestre de 2019 que impactó en el aumento de la pobreza, de la indigencia y la desocupación.
Tras los tarifazos y los aumentos de precios sin frenos el Gobierno anunció el programa de “precios esenciales”. Los trabajadores del organismo oficial denunciaron que es “una medida meramente electoralista” ya que “no da ninguna solución al problema inflacionario” y agregaron que “el programa desnuda el cinismo del actual gobierno, donde solo hay 16 productos básicos”.
No pasaron ni 24 horas del anuncio que se remarcaron los precios y hubo faltantes de productos en varios comercios.
El informe afirma que “ningún trabajador debería ganar -de bolsillo- menos que el valor calculado en este ejercicio”. Los trabajadores del Indec exigen “una urgente recomposición salarial sea cual fuere su forma de contratación y la urgente apertura de paritarias”.
Los tarifazos y la megadevaluación aceleraron la inflación. La suba de precios y las paritarias de miseria golpearon el poder adquisitivo de los salarios, sólo en 2018 se desplomaron un 12 %. La crisis empeoró las condiciones de vida del pueblo trabajador.