Mitad de octubre se realizó un taller interno con perspectiva de género, para la formación de militantes.
La actividad surgió de la necesidad de formación acerca del patriarcado como el sistema que origina multiplicidad de violencia contra las mujeres y colectivos disidentes.
Dicho taller, denominado “Organizaciones populares y patriarcado”, fue coordinado por las docentes Valeria Alfageme y Aldana Funes, ambas integrantes de Desde el Pie y la Colectiva feminista “Las Violetas”.
Asimismo, se abordaron las vinculaciones entre el Patriarcado y el Capitalismo como sistemas de opresión y explotación que golpean con mayor fuerza a las mujeres y disidencias.
Fue una jornada de trabajo caracterizada por un espacio para hablar, recuperar, recrear y también hacer visibles elementos de la vida cotidiana, relaciones, saberes; para generar deconstrucciones y también nuevas construcciones.
Además, se pretendió promover que cada participante expusiera su término, problematizando la cotidianeidad, las realidades complejas y dinámicas para fortalecer la desnaturalización de prácticas sociales habituales, que ocultan relaciones de opresión patriarcal.
En el desarrollo del taller, referentes de las regionales provincial, definieron algunas líneas dentro del partido Desde el Pie, una de ellas, la más primordial, es que el Patriarcado y Capitalismo son dos sistemas de opresión y explotación que deben ser eliminados en forma conjunta.
«eliminar la visión del mundo que sitúa al hombre como centro de todas las cosas»
Esto llevó a definir que hay dos categorías teóricas que tampoco pueden trabajarse y militarse en forma separada, la Clase y el Género.
Se analizó, que históricamente solo se hacía referencia a Clases sociales y con eso alcanzaba de forma simbólica a todas las personas, pero esto no es correcto, no atraviesa de igual manera el capitalismo y patriarcado a mujeres y disidencia. Por eso surge la necesidad de que ambas categorías teóricas se analicen en conjunto.
Como conclusión, se acordó que, para crear un mundo nuevo es necesario correr el androcentrismo de toda construcción, es decir, eliminar la visión del mundo que sitúa al hombre como centro de todas las cosas.
