Daniel Scioli es un político que ha vivido obsesionado por la lealtad. Nunca precisó si esa lealtad se refería a la Patria, el Movimiento, los hombres, las ideas o los negocios.
El 17 de noviembre de 2020, Scioli tuiteo: “La unidad es nuestra fuerza y la lealtad es nuestra fe” .
7 de junio de 2023: “La lealtad es un camino de ida y vuelta. Nosotros con ustedes y ustedes con nosotros”.
Creo que Scioli advierte que no es un político carismático, de palabra fácil y tampoco buen gestor, como lo demostró en su pésimo paso por la gobernación de Buenos Aires. Pero es leal, y el advierte que esa virtud, en el justicialismo, es un valor.
Fue leal a Carlos Menem que lo introdujo a la política cuando era un exitoso deportista. En 1997 declaró: “Voy a seguir apoyando a Menem como lo hice siempre. Vine al PJ para quedarme, es una decisión de vida.”
Acompañó el breve gobierno de Adolfo Rodriguez Sa, que lo nombró Secretario de Deportes y fue confirmado en ese cargo por Eduardo Duhalde, que por aquellos años estaba muy enfrentado con Menem.
Fue leal a Nestor Kirchner a quien acompañó como vicepresidente y después como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, durante dos períodos. En 2015 fue postulado como candidato por el oficialismo y fue derrotado por Mauricio Macri, con quien ha compartido una amistad desde hace 30 años y una fuerte pulsión por involucrarse en la política para hacer negocios.
Scioli es una persona muy abierta al diálogo lo que le permitió construir una buena relación con Jair Bolsonaro, y posteriormente con Lula. Ha precisado que más que fidelidad a las personas, mantiene lealtad a sus ideas. Lo dijo con claridad al ser entrevistado en 2019, por Luis Novaressio: “Mi único enemigo es el ajuste”.
Esa precisión sobre sus lealtades y antagonismos no le han impedido continuar como embajador en Brasil, designado por el gobierno de Javier Milei que ha llegado al gobierno a ajustar con una motosierra.
Daniel Scioli, Alberto Fernández, Sergio Massa. El peronismo debería revisar y preguntarse por qué estos personajes han sido sus tres últimos candidatos a presidente. Seguro, le resulta menos traumático buscar otros culpables en la sociedad, o en los votos de la izquierda, pero por una cuestión de salud estomacal, le conviene reflexionar sobre estos hechos que son incontrastables.
Fuente: Tramas
