Nuevos bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza causaron decenas de muertos, entre ellos socorristas y civiles que huían hacia el sur tras ultimátum israelí.
El horror y la muerte se ha convertido en el pan de cada día para los casi 2 millones de habitantes de la Franja de Gaza desde que el ejército israelí lanzara el pasado 7 de octubre una nueva escalada de violencia contra el enclave costero asediado.
Las alarmas sonaron durante toda la noche del domingo y los aviones israelíes bombardearon varias zonas residenciales en todo el enclave. En Rafah (sur), hacia donde las autoridades israelíes habían ordenado a los civiles que se desplazaran, un bombardeo mató a al menos 18 civiles después de que una bomba alcanzase una organización benéfica y un edificio residencial.
Además, al menos siete miembros de la defensa civil de la ciudad de Gaza perdieron la vida durante otra acometida de la aviación israelí, según ha informado la agencia local de noticias Wafa.
Por otro lado, en el norte de la Franja murió un padre y ocho de sus hijos y nietos durante un ataque contra el campo de refugiados de Jabaliya.
Los ataques aéreos destruyeron también la vivienda de Muhamad Fahmi Al-Anjar, jefe de una oficina palestina encargada de documentar crímenes de Israel en Gaza. El bombardeo mató a Al-Anjar y 17 miembros de su familia.
Los bombardeos israelíes se han cobrado hasta el momento la vida de más de 2600 palestinos, mientras que actualmente hay más de un millar de personas desaparecidas bajo los escombros de los edificios, según datos chocantes de la defensa civil citados por Wafa.
Fuente: Hispan Tv