El Palacio de Hacienda y el FMI llegaron a un entendimiento para avanzar en la revisión del programa argentino.
Tal como lo adelantó Ámbito, el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaron a un entendimiento este viernes para avanzar en la revisión del programa argentino y obtener los desembolsos previstos para el segundo semestre del año.
Dentro del nuevo entendimiento, sostuvo la meta de déficit fiscal primario en 1,9 del Producto Bruto Interno (PBI), lo cual requerirá de un “mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año”, aseguró el organismo multilateral de crédito.
Acuerdo con el FMI: contención de salarios, suba de tarifas y “focalización” del gasto social y “racionalización de transferencias”
Las medidas acordadas entre el FMI el Palacio de Hacienda para poder cumplir con esta meta, prevén “contener el crecimiento de la masa salarial” con lo cual se buscará poner un techo a las paritarias del sector público.
En este sentido, al ser consultada por Ámbito, María Castiglioni directora de C&T Asesores Económicos señaló que esta medida se debe a que el FMI busca “bajar el gasto público”, para cumplir con la meta de déficit, y como los salarios del sector público “vienen subiendo por encima de la inflación” la medida se orienta a “contenerlos“.
Asimismo, otra de las medidas solicita “actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mejorando al mismo tiempo la progresividad del sistema”, por lo que se profundizarán los aumentos del servicio, que ya se vienen ejecutando, en el marco de la política de segmentación energética que viene llevando a cabo el Ministerio de Economía.
La última medida busca “fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales“, agregó el comunicado.
A su vez, se destacó las últimas medidas tomadas por el Ministerio de Economía por el lado de los ingresos: “Los nuevos impuestos sobre el acceso a divisas para bienes y servicios importados, y las nuevas medidas para movilizar la liquidación de exportaciones ayudarán a compensar los menores derechos de exportación resultantes de la sequía“.
“El FMI busca es que el Gobierno cuide el gasto público, sobre todo en período electoral. Durante el primer semestre la administración nacional debía bajar el déficit y lo aumentó, con lo cual se busca que no continúe subiendo”, sostuvo Castiglioni.
Acuerdo con el FMI: fuerte ajuste fiscal para el segundo semestre
La letra chica del acuerdo se conocerá pasadas las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con lo cual, aunque hasta el momento, según explicó el economista especializado en política fiscal, Rafael Flores, afirmó a este medio que hasta el momento “hay una sensación de que hubo un acuerdo en el cual el Gobierno cedió a los requerimientos del Fondo en lo fiscal y parcialmente en lo cambiario“.
Según explicó Flores y es de público conocimiento el organismo pedía una devaluación, que el Gobierno no estaba dispuesto a acatar por el costo político que le generaría, por lo cual “la solución fue esta especie de devaluación fiscal y sectorial, y se consiguió la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario si hay un principio de ‘corrida cambiaria’“.
“A cambio de esta posibilidad de intervenir el mercado, el Gobierno tuvo que hacer concesiones en lo fiscal y se mantuvo la meta del 1,9% del PBI, que es muy desafiante dado la caída de ingresos que generó la sequía y el impacto que tuvo en retenciones. Este escenario fiscal aparece como desafiante para el segundo semestre del año y teniendo en cuenta que es un período electoral”, añadió el economista.
Si bien el Gobierno viene realizando un ajuste del gasto, “ya que hay una caída en términos reales de la gran mayoría de las partidas, pero este acuerdo lo llevará a tener que hacer un ajuste más fuerte en la segunda mitad de año”.
Sin embargo, según analizó Flores, al Gobierno aún le queda “un pequeño margen de acción”, dado que se acordó que la quinta y sexta revisión sean combinadas, por lo cual se unifican los fondos de junio y septiembre y recién habrá una nueva revisión en noviembre.
“De esta manera, el Gobierno podría tener un margen para que ese ajuste no sea tan fuerte en los próximos meses y que sí se tenga que endurecer posteriormente. Pero vamos a un ajuste fiscal mayor al que se viene haciendo en esta primera mitad del año“, concluyó el economista.
FUENTE: Ámbito