Después de un circo insólito por parte del peronismo para cerrar las listas, se anunció a Sergio Massa como precandidato a presidente por Unión por la Patria en una lista de unidad acompañado por Agustín Rossi a vice. Massa “nacido el 4 de julio” es el ministro de Economía que viene sobrecumpliendo el ajuste que pide el FMI, con un largo recorrido desde la UceDé y el menemismo, pasando por ser un aliado clave para que Macri aprobara leyes en su gestión.
Este viernes por la noche se definió finalmente la fórmula de unidad de Unión por la Patria para las elecciones presidenciales. Después de muchas horas de circo y especulaciones dentro del peronismo, se anunció que Sergio Massa será el candidato a presidente acompañado de Agustín Rossi como vice. De esta forma, se “bajarían” las propuestas de “Wado” de Pedro y de Daniel Scioli por separado, aunque quedan incógnitas y definiciones en las próximas horas.
La fórmula “Massa-Rossi” lejos de expresar cualquier crítica con el rumbo actual del gobierno, lo confirma: su ministro de Economía, clave en el ajuste que se viene aplicando a las grandes mayorías de los trabajadores y trabajadoras, junto al jefe de gabinete de Alberto Fernández, que además cuenta con el respaldo de Cristina Kirchner, como viene realizando con la gestión de Massa en Economía. Sergio “nacido el 4 de julio” Massa, rindiendo pleitesía constante a la embajada yanqui, impulsor del extractivismo y amigo de los gobernadores “señores feudales” del NOA, como Gerardo Morales en Jujuy -al cual no dedicó ni un tweet criticando la represión salvaje esta semana- ahora será la apuesta del peronismo para mostrarle al FMI y a los grandes empresarios que pueden seguir garantizando sus negocios, habrá que ver si en las urnas recibe el mismo apoyo después del fracaso que atraviesa el gobierno.
Massa en el Frente de Todos/Unión por la Patria
Sergio Massa asumió como ministro de Economía en septiembre del 2022, luego de ser presidente de la Cámara de Diputados al asumir la gestión del Frente de Todos, debido a la renuncia de Martín Guzmán y el fugaz paso de Silvina Batakis por la cartera, en medio de una crisis devaluatoria.
Como presidente de la Cámara de Diputados en representación de este espacio político, venía jugando el rol de hacer aprobar las leyes que precisó el Gobierno, que desde un principio tuvieron una clara orientación de legitimar la herencia macrista y preparar el terreno para planes de ajuste: anular la movilidad jubilatoria que iba a beneficiar a los adultos mayores en diciembre de 2019, sancionar presupuestos de ajuste y, finalmente, el acuerdo con el FMI cuyas duras consecuencias estamos viviendo.
Desde que asumió como ministro de Economía, tuvo un protagonismo central en el gobierno, el llamado “Superministro”, por la reorganización del área que unificó los ministerios de Economía, Desarrollo productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, que, junto a la debilidad política del gobierno del Frente de Todos agravada por la profunda debacle económica, dieron a Massa un puesto de enorme poder.
El apoyo político que obtuvo por parte de Cristina Kirchner y el sector kirchnerista de sindicatos y movimientos sociales fue fundamental para que Massa pudiera aplicar el acuerdo con el FMI. En su reciente discurso desde el congreso del Frente Renovador, el ministro presumió de haber sobrecumplido las metas de ajuste al gasto que exigió el Fondo al terminar el 2022, como uno de los logros que lo posicionan como precandidato a presidente.
Así, estas semanas Massa puede ofrecer un gran regalo a Kristalina Georgieva: once meses consecutivos de caídas reales mensuales del gasto primario. Entre los recortes se encuentran las jubilaciones y las asignaciones familiares, según publicó la Oficina de Presupuesto del Congreso. “Sergio” lo hizo, el ministro de Economía avalado por el kirchnerismo, logró seguir con los recortes al gasto que tanto se le cuestionó a Martín Guzmán.”
Sin embargo, no sólo el ajuste fue brutal sino que la economía sigue pendiendo de un frágil hilo, la escasez de reservas del Banco Central, la amenaza de mayor devaluación y una inflación que rompe récords históricos: Massa no soluciono ninguno de los problemas que supuestamente se había propuesto. Un derrotero más en las promesas incumplidas del gobierno del Frente de Todos.
Historial derechista
Hijo de un empresario de la construcción, Massa hizo sus estudios de abogacía en la Universidad de Belgrano. Sus orígenes políticos se remontan a su adolescencia, cuando se sumó a las filas de la UCeDé, el partido de la derecha liberal fundado por Álvaro Alsogaray.
A mediados de la década del `90, Massa fue de los miembros de este partido que promovió la fusión con el menemismo, y así fue como pasó a engrosar las filas del PJ, donde se inició de la mano del gastronómico Luis Barrionuevo y la diputada Graciela Camaño.
Por esos años ocupó un cargo en el Ministerio del Interior y fue asesor de “Palito” Ortega. Tiempo después sería nombrado por Eduardo Duhalde como Director Ejecutivo de Anses, rol que conservaría durante el kirchnerismo hasta ser elegido intendente de Tigre en 2007. En el 2008 volvería al gobierno nacional como Jefe de Gabinete de Cristina Fernández, con quien rompe en 2009, cuando vuelve a asumir como intendente de Tigre.
Tras su ruptura con el kirchnerismo, cables de WikiLeaks revelaron su fluida relación con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. En esos diálogos se vieron sus posiciones claramente antiobreras cuando apoyó a la empresa multinacional Kraft-Terrabusi, que en 2009 realizó despidos masivos. Los cables dicen que “Massa dijo tres veces que creía que la compañía estaba en lo justo cuando echó a 155 trabajadores por no ir a trabajar en julio. Insinuó que los líderes sindicales de la planta son extorsivos y no razonables”.
Hacia el recambio de 2015, Massa fue candidato a presidente. Entre sus propuestas más destacadas estuvieron la idea de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles. También atacó violentamente a los trabajadores y trabajadoras de la educación, acusándolos de ausentismo. Fue Nicolás del Caño quien lo desenmascaró en el debate presidencial, poniendo en evidencia que quien se “ausentaba” de su trabajo era él, en la Cámara de Diputados.
En estas elecciones de 2015 fue donde mejor se graficó su cercanía con Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy que respondió con palos, gases lacrimógenos, balazos y detenciones terriblemente violentas a las y los docentes, jóvenes, y comunidades originarias que exigen “Arriba los salarios, abajo la Reforma”. El radical apoyó la candidatura presidencial de Massa y este a su vez acompañó la postulación a gobernador del jujeño. Tal es así, que le “aportó” al vicegobernador, Carlos Haquim. No casualmente, Massa se mantiene en silencio ante la represión llevada adelante este fin de semana por orden de Gerardo Morales. El vínculo entre ambos llega hasta hoy, e incluso el ministro de Economía intentó hasta último momento que el bloque de la UCR acompañe la designación de Cecilia Moreau como presidenta de la Cámara de Diputados en 2022.
Sin ir más lejos, Gustavo Sáenz es parte del Frente Renovador y gobierna Salta con los mismos métodos: reprimiendo a los docentes que salieron a luchar por su salario.
Durante el macrismo, Massa fue uno de los actores centrales del peronismo que le permitió a Cambiemos votar las leyes de ajuste y entrega en el Congreso Nacional, empezando por la de aprobación del acuerdo con los fondos buitres que dio inicio a un fenomenal ciclo de endeudamiento cuyas consecuencias se viven dramáticamente hoy e hipotecan la historia de nuestro país durante décadas si no damos vuelta la historia.
En los últimos años, y tras un fuerte enfrentamiento con Cristina Kirchner durante los cuales pidió meter presa a la actual vicepresidenta, Massa terminó declinando sus aspiraciones presidenciales para sumarse al Frente de Todos, donde se reconciliaron las distintas facciones del peronismo para volver al Gobierno.
El fracaso y la crisis de representación
Con la candidatura de Sergio Massa muestra la apuesta del peronismo para ubicarse como quien puede garantizar la gobernabilidad y al mismo tiempo el ajuste que piden los grandes sectores empresarios y financieros. Sin embargo, el fracaso del gobierno del Frente de Todos / Unión por la Patria es innegable a los ojos de cualquiera, así como la profunda crisis que atraviesa a las dos grandes coaliciones que ya gobernaron. A pesar de las maniobras para cerrar listas de unidad en este caso, o compitiendo en las PASO como Juntos, no logran recuperar adhesión por la grave crisis económica que atraviesa el país como resultado de sus gestiones.
Sin dudas, Massa candidato es continuación de la estrategia de la “moderación” política que viene proponiendo el peronismo para “confrontar con la derecha”, con la experiencia del Frente de Todos como mejor exponente, viene resultando en los hechos en el avance de sectores de derecha.
Esa moderación incluyó dejar en pie la llamada “herencia macrista” con el pago de la deuda al FMI, sosteniendo un modelo agroexportador y de precarización laboral durante décadas, incluso con las presidencias de Néstor y Cristina. El resultado es la profundización de la desigualdad donde los que concentran las ganancias se quedan con una porción de la torta cada vez mayor, mientras los trabajadores y sectores populares se hunden en la pobreza.
El reciente ejemplo de Jujuy, donde el peronismo fue fundamental para que Gerardo Morales aprobara la reforma constituyente contra el pueblo pobre trabajador y las comunidades originarias es su última expresión. Morales, y gobernador central para la explotación extractivista del litio, “Sergio” no expresó ninguna desaprobación a la represión, reivindicada como plan de gobierno de todo el arco de JxC.
De la vereda opuesta a este escenario, se encuentra el Frente de Izquierda Unidad. Myriam Bregman, precandidata a presidenta junto a Nicolás del Caño afirmó en la presentación de la lista hoy respecto Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y Milei: “Están de acuerdo con que el FMI siga dominando la economía nacional y que la crisis sea pagada una vez más por el pueblo trabajador, mientras que nosotros tenemos un programa de lucha para derrotar el ajuste, que la crisis la paguen los grandes banqueros y grandes empresarios y reorganizar el país desde abajo con un gobierno de las y los trabajadores.”
FUENTE: Izquierda Diario