Guadalupe Vega nos trajo una nueva pelicula con una consigna siempre social que nos impulsa a pensar, a debatir, a reflexionar entre otras cosas.
Hablemos de cine…
“No hay malas hierbas, ni hombres malo tan solo malos cultivadores” la frase de Víctor Hugo con la que comienza el film “Mala Hierba” un drama social francés que mezcla comedia con situaciones sociales actuales, donde lo que duele, lo que no se sabe tratar, lo que no responde como la sociedad quiere, es apartado.
La película narra cuando una madre y su hijo adoptivo se ganan la vida robando de una forma muy peculiar, hasta que le roban a la persona equivocada, quien les dará una oportunidad para cambiar su vida. Se ven obligados a trabajar como voluntarios en un proyecto de ayuda social para jóvenes marginados. Wael (hijo) tendrá quedar clases a un grupo diverso de adolescentes problemáticos, que tienen como medida educativa tras una sanción en su centro escolar y garantizar que esté grupo de alumnos vuelvan cada día a clases así poder ayudarlos. Monique (madre) tendrá que hacer de secretaria en el centro educativo.
Lo más interesante de Mala Hierba es el modo en que el director nos lleva a descubrir lo que hay en la cabeza de cada personaje sus predisposiciones, sensibilidad, vulnerabilidad y resistencia. Sabe que en historias así hay corazas difíciles de penetrar. Lo curioso del film que el profesor no es tal, sino un estafador que tendrá que hacerse cargo de estos seis alumnos que tienen su última oportunidad de ser “integrados” al sistema educativo. La clase comienza con indiferencia pero los termina transformándolo tanto como lo que hacen ellos con el profesor que les logra motivar.
La película emociona y cuánta historia personales duras ( abuso, violencia, abandono, xenofobia, racismo) pero en su tono con el humo como vía de escape. Sin dudas el film es recomendable dónde nos habla de segundas oportunidades, de residencia, optimismo frente a la adversidad. Finalmente estos personajes descubrirán que los que les unió el azar o una cadena de acontecimiento, les va a cambiar la vida y por primera vez mejor, ellos mismos han sido sus propios salvadores.
