Hoy se festeja en todo el mundo el Día del Diseño Industrial. La fecha asignada obedece a la creación, en 1957, de la Organización Mundial del Diseño (WDO), anteriormente conocida como el Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial (Icsid).
Este organismo no gubernamental promueve la profesión del diseño industrial y su capacidad para generar mejores productos, sistemas, servicios y experiencias. Y para estos festejos lanzó una temática en las redes sociales: Pensar desde otro lugar al diseño sustentable.
Además, fue concebida para generar conciencia sobre los efectos positivos del diseño en la calidad de vida económica, social, cultural y ambiental de todo el mundo.
La historia del diseño industrial en Argentina es tan rica como intensa. Por eso, para sumarse a los festejos globales, ARQ eligó un producto de diseño icónico de cada década, de fines de los años ‘30.
Cuando a fines de los años ‘30 los arquitectos Bonet, Kurchan y Ferrari Hardoy diseñaron el sillón BKF no intuían que estaban creando un objeto de culto, que sembró las raíces del diseño actual.
Sobre una línea de tiempo local, la silla W de César Jannello se remonta a 1946, en la misma época en que se construyó la Casa sobre el Arroyo (Amancio Williams). A lo largo de los años esta pieza sufrió cambios estructurales y formales, hasta llegar a la versión conocida en la década del ‘50.
Los ‘60 fueron signados por las líneas de electrodomésticos Siam Di Tella, cuando se incorporan nuevas tecnologías en la producción de radios, heladeras y televisores. “Fueron proyectados desde Agens, la agencia interna de diseño integral de la empresa Siam Di Tella. Representan el comienzo de la profesionalización del diseño: la articulación con una empresa – industria, el trabajo interdisciplinario, la escala masiva y popular y la tecnología aplicada”, apunta Wustavo Quiroga, investigador y presidente de la Fundación I-D-A (Investigación en Diseño Argentino). Agens tuvo entre sus diseñadores industriales a Walter Moore, Amado Muñoz, Héctor Compaired – Kalondi-, Eduardo Joselevich, quienes compartían experiencias junto a otros pioneros gráficos, publicitarios, fotógrafos y redactores.
Los 80, según Quiroga, bien pueden estar representados por las linternas Pop de Hugo Kogan: “una solución práctica, estética y de bajo costo para el mercado de entonces. El cruce de tecnologías para la creación de productos masivos y de calidad es un aspecto que Kogan ha manifestado a lo largo de su trayectoria”, puntualiza el investigador. La vuelta de la democracia propició la creación de las carreras de Diseño Industrial y Gráfico alojadas en la FADUBA.
Los ‘90 están representados por la Incubadora de terapia intensiva Natal Care Plus, un producto de alta complejidad que compite en el mercado internacional. Para Quiroga, el programa Salix de diseño y realización de equipamiento para el hogar con madera de sauce autóctono simboliza los años 2000. De la mano de María Sánchez, esta iniciativa puso en valor las materias primas y activó los entramados productivos.
El futuro y la tecnología de punta son los exponentes del 2010 en adelante. Y el satélite Arsat pica en punta. Diseñado, construido y ensayado por la empresa argentina INVAP, también está operado por una compañía estatal desde que fue lanzado, en 2015. Mucho camino recorrido, y mucho más por recorrer. Felíz vida al diseño
Fuente: Vivian Urfeig – Clarín ARQ
