20 años del salto a la pileta de Charly

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Uno de los más notorios sucesos protagonizados por el músico Charly García ocurrió hace 20 años, cuando se arrojó a una pileta desde el noveno piso en un hotel, en Mendoza, a modo de desenlace de un desacuerdo con la policía local.

El episodio ocurrió el 3 de marzo de 2000 y la casualidad hizo que varios periodistas oficiaran de testigos del salto a raíz de que un funcionario nacional ofrecía una conferencia de prensa en el mismo hotel Aconcagua, unos pisos más abajo.

El origen del salto se había gestado la noche anterior. Tras un concierto en el estadio Malvinas Argentinas. Fernando Szereszevsky, principal ladero del rockero en aquellos días, reconstruyó luego la historia: «Una mujer se acercó para pedirle una foto. Yo me acerqué y le conté que estaba comiendo y que después iba a acceder sin ningún problema. Horas después, ya de madrugada, la mujer apareció y le partió un vaso en la cabeza a García». El fuerte golpe le provocó un pequeño corte que curaron una vez de regreso en el hotel.

En las primeras horas de la mañana la policía llegó al hotel para llevar al músico a declarar, consecuencia de una denuncia presentada por la mujer contra el músico de bigote bicolor. García se mostró hostil con la policía y la gestión se demoró. El jefe de la Policía de Mendoza acudió al hotel para arreglar la situación y el músico llegó a pedir el auxilio telefónico de su abogado.

García finalmente aceptó acercarse a la oficina judicial a declarar pero se exasperó cuando lo empezaron a pasear por diferentes oficinas. Fastidiado, el músico se plantó frente a uno de los policías y le espetó: «Mirame las manos, yo soy Charly García». Y, por si quedaban duras de que se trataba de una ofensa, insistió: «Yo no soy igual que vos, soy Charly»,

«A la mañana siguiente, estábamos sentados en el balcón que daba a la pileta. Charly empieza a dar vueltas por la habitación, corriendo de un lado para el otro, hasta que agarró un muñeco inflable y lo tiró por la ventana. Nos dijo que era para medir el viento», recordó Szereszevsky.

«No fue predeterminado. Nunca nos dijo nada. Estábamos con una situación difícil, con un problema judicial, que terminó unas horas antes declarando en los Tribunales de Mendoza y con varias horas sin dormir. En un momento pasó por el balcón y se tiró», agregó.

Gentileza: unoentrerios

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