Kici-Love, el represor menos pensado

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Por Ezequiel Kosak

 “Le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de donde vinieron, que al de los oligarcas” Evita

 Felicitaciones gobernador, ya era hora. Después de la caravana del 17, cantando a todo trapo por las calles la marchita que se te pega y nunca despega. Después de llorar y honrar la valentía del Néstor que transformó nuestra patria, abrazando a los más humildes. Imbuidos de mística plebeya, llegó el momento de reprimir a los negros piojosos que toman tierras, y que de una vez por todas entiendan de esfuerzos y propiedades privadas, que con eso no se jode.

 ¿Qué otra cosa podía esperarse de un gobierno peronista? Porque, seamos serios, ¿a quiénes se les ocurre plantar sus chozas ahí, en tierras abandonadas hace décadas, rompiendo los códigos de estética visual? ¿No ven que ese lugar es para amontonar basura, no gente? ¿No ven que este gobierno se preocupa por ellos/as, y es por eso que no quiere que vivan ahí? Tan impacientes van a ser, ¿por qué no le reclamaban soluciones a Macri?

 Yo igualmente leí algunas de sus historias, de la gente de la toma, por curiosidad. Eso ayuda a entender. No sé gobernador si usted tuvo tiempo de hacerlo, si bien ya pasaron varios meses de seguro anduvo ocupado ayudando a los últimos, como Fidelity o Blackrock.

 Pero no se haga problema, que le cuento: la mayoría de esas personas con esto de la pandemia se quedó sin changas, y no pudo seguir pagando el alquiler. Tuvieron que elegir entre darle de comer a sus hijes o tener un techo.

 Ni hace falta explicarle a usted que es economista que aunque tuvieran la suerte de laburar hasta los domingos jamás podrían ahorrar lo suficiente para comprar un pedazo de tierra donde levantar su casita: los precios suben al ritmo del dólar, y la plata que les dan por limpiar en casas ajenas o cortar el pasto en los patios es una miseria.

 Tan solo conociendo el dato de que en este país al cuarenta por ciento de la población apenas le alcanza para comer debiera bastar, pienso yo, para hacerse una idea de la desesperación de quienes decidieron pasaron todo el invierno en esos tolditos de lona y chapa, por más frío, lluvia y barriales hubiera.

 Tal vez los mueva la esperanza de tener algo, aunque sea alguito, casi nada, lo más básico de lo básico para poder vivir dignamente: un lugar donde dormir, donde merendar, donde sus pibes puedan hacerse amigos/as, jugar. ¿Acaso es eso un lujo? ¿Seguro que en la Constitución no dice ni una palabra sobre, por ejemplo, garantizar una vivienda al que vive en la calle? ¿Y el peronismo, tampoco? A mí me sonaba algo de que donde hay una necesidad nacía alguna cosa, no sé bien cómo era, pero tal vez sea que le erré de doctrina.

 A los que no pude conocer en todo este tiempo es a quienes reclamaron ante el juez el desalojo, arguyendo ser los dueños de la tierra. Lo intenté, pero como ni presentaron los papeles que demuestran su tenencia, es difícil identificarlos. Suerte para ellos que a un juez republicano esos detalles no le interesen. Además vale oro contar con usted gobernador, que respetuoso de la independencia de poderes le obedece sin hacer muchas preguntas, poniendo las cosas en su lugar.

 Es que quién podría resistirse a esas promesas de inversiones en la zona, si eso seguro que traerá progreso para todos. En esa misma tierra harán próximamente un lago, unos quinchos con parrilla, una canchita de rugby, donde puedan esparcirse tranquilos y felices quienes se lo merezcan, o sea quienes puedan pagarlo, como debe ser.

 El resto, esos tres mil pibes/as con sus familias, que vuelvan a la calle, total, ahí es donde pertenecen. Que se las rebusquen como puedan, que hagan méritos en los semáforos y si se portan bien, si no hacen renegar a la policía, el capitalismo ya los va a recompensar.

 Que vayan a un parador, donde pueden pasar la noche, y tienen un baño cada cincuenta personas para usar libremente. Que vuelvan con sus mamás a la casa del machito que las faja. Que se hacinen junto a sus padres, abuelos y tíos con más hijes en casas de dos piezas: es el lugar donde debieran haber pasado toda la pandemia si fueran responsables. Mirá qué buenas ideas les tiro.

 Porque no se puede solucionar el problema habitacional de un día para el otro, usted lo dijo claramente, y se entiende. No es que lo niegue. Por eso presentó un plan tan bonito donde se comprometen firmemente a ir haciendo algo en algún momento. Lo que sí se puede hacer de un día para el otro son desalojos, entrar de madrugada a quemar casillas eso sí que se puede hacer ya, sin demoras. No vamos a andar postergándolo hasta navidad: avanzar en la creación de countries es urgente, un tema de máxima prioridad.  

 Además usted intentó de todo para que se vayan pacíficamente, no me van a decir que no. ¡Ayer hasta ofrecieron subsidios a todo el que usurpe! Se ganó el rencor de todos los que laburando ganan mucho menos tan solo para dejar claro que esa gente no razona con nada. Porque claro, con cincuenta mil mangos se harían alta mansión, y ni así se van por las buenas. Lo que pasa es que los zurdos les lavaron la cabeza. Igual me quedó la duda, ¿cuándo pensaban depositarle la plata, antes o después de correrlos con balas y gases?  

 Claro que nadie les puede reprochar nada si lo único que hacían era seguir la orden de un juez. El tema es que los niños de Guernica estaban amparados por derechos internacionales de mayor jerarquía: había opciones legales para negarse a echarlos a palazos. Que los únicos privilegiados sean los terrenos baldíos fue una elección de su gestión.

 De mínima, la titularidad de esas tierras debiera estar probada en la justicia antes de avanzar con topadoras, y la gremial de abogadxs de los barrios denuncia que eso todavía no está aclarado. Además estaba el recurso que brinda la ley de acceso justo al hábitat: un porcentaje de cada emprendimiento inmobiliario privado se dona para barrios sociales. ¿O no pasa nada si esta ley no se cumple? ¿No es este delito algo que ofenda a Berni en sus tours por los medios?  

 Ni que hablar de que, como usted mismo dijo, “la mayoría de los barrios privados y countries no están habilitados, no pagan impuestos, son prácticamente ocupaciones de tierra”. Tiemblan en Nordelta: ¿también les piensa mandar el ejército de mercenarios que hoy reprimió en Guernica, o solo están para maltratar a los pobres?

 No nos conviene olvidar que en este día triste hay gente que brinda. Hoy brinda Berni, ya tiene su selfie heroica para usar en spots de campaña. Brinda Bullrich también: tanto meme sobrando a Del Caño con que “son lo mismo” y al final, tan errado no estaba.

 Hoy brinda Etchevehere con la Sociedad Rural; brinda Clarín, Lewis y todos los usurpadores vip, a quienes la bonaerense o la gendarmería nunca encontrarán ahogados, por más rutas que corten. Hoy brindan ellos por todo lo que está mal en este mundo cruel, desigual e injusto. Y brindan a su salud, gobernador.

 Después no nos corran con la excusa de que “no dan las relaciones de fuerza”, que el capitalismo con rostro patovica es lo máximo a lo que podemos aspirar. Vaya forma de construir poder popular esta de aplastar cualquier atisbo de rebeldía frente al orden establecido. A desalojar, que la tierra es para el que tenga más.

 Seguro sabrán explicarnos, ustedes que gobiernan porque en política la tienen re clara, cómo la política del “a desalojar y que la tierra sea del que tenga más” en realidad prepara mejores escenarios para que las luchas populares triunfen en el continente. ¿O van a decirnos que reprimieron con cuidado (supongo sin sacarse los barbijos), y que si no fuera por “los troskos” todo estaría solucionado lo más bien?  

 Como dice un amigo, ustedes hablan como compañeros pero gobiernan como patrones. Se ve que están cómodos los carguitos con sueldos millonarios. Una pena que tiren al tacho de la historia toda la esperanza de cambio que en el pueblo generan. Ojalá en adelante aprendamos como pueblo en quiénes podemos confiar, y en quiénes ya no.  

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